A la clásica colección textil-hogar de Casa Lolo, original de Alexis Rom y editada por The Original Cha-Chá, se le une ahora la Edición Vintage (más à la page), o viejuna para que nos entendamos los que huimos de anglicismos cursis.
En 2002, le propuse a Agustí the Chá Chá, la idea de producir una colección de hogar inspirada en el mundo cañí y la memorabilia Íbera de las tapas, le pareció una idea estupenda. Y a mí que me encanta que me rían las gracias, dibujé con tal arrebato y frenesí, que bien podía parecer que el espíritu de Jose Luis López Vázquez me hubiera poseído en una comedia de Alfonso Paso. Inspirado en esos bares sin pretensiones, lugares comunes de nuestra memoria tanto en lenguaje, como en las formas y costumbres, recreé todo un universo visual basado en frases, carteles, tipografías, dibujos y gráfica que era todo un soberbio y espléndido homenaje a nuestra (al menos mía) cultura popular, y así articulé y actualicé todo un universo visual entorno a la gráfica de bares de tapas y menús.
La colección lleva en cartel como si de una película de éxito se tratara, la friolera de 18 años y la conforman cualquier tipo de objeto imaginable. Desde el no menos práctico individual de mesa, hasta los elegantes abanicos o preparados de paella. Todo muy folclórico.
Lo que empezó como un divertimento, casi como una frivolidad sin más trascendencia que hacer un respetuoso y merecido homenaje gráfico a la cultura de los bares españoles, cada vez más amenazados por la agresiva globalización y los nuevos bodrios de negocio basados en el marketing y la impostura, empezó a fagocitar el lenguaje y el espíritu de la colección de Casa Lolo. Donde antes había humor, alegría, desparpajo y candidez, se transformó en una brutal, epidérmica, despiadada y cutre copia de mis diseños y lenguaje.
Muchas han sido las copias, y no hay año que no encuentre una. A cual más chusca y ordinaria. Es por este motivo que he empezado a hacer una edición de carteles, que se estamparán en tipografía, offset o serigrafía en ediciones muy limitadas de las cuales me atrevería a decir que en el caso extremo de que alguien sea capaz de dibujar y estampar como yo lo hago, difícilmente serán fáciles de copiar. Esta nueva colección reivindica mi autoría.