El vandalismo. Esa lacra social

—¡Qué vergüenza… ya no se respeta nada! Fíjate tú, que tenía yo estos carteles, me despisté un momento, y vino un desaprensivo y los pintó!—.
Este diálogo que tomé a vuelapluma una tarde por  la calle, demuestra que el vandalismo es una lacra social que afecta a cientos de miles de honestos ciudadanos alrrededor del mundo. Entre estos también se cuentan honrados y rectos artistas que intentan desarrollar su trabajo dignamente;  aunque bien hubiera podido ocurrir que el propio artista, en un arrebato de pasión creativa, hubiera vandalizado su propio trabajo, con lo cual nos encontraríamos ante el clásico caso del  artista gamberrizado a si mismo.  Todo pudiera ser.

Esta serie de carteles los he realizado en serigrafía collage y estampados sin registro de pantalla, con el fin de estampar de una manera menos programática,  y conseguir una gráfica que ofrezca más niveles de lectura, matices y calidades que habitualmente no hago cuando estampo en serigrafía, a menos que no fueran texturas y calidades impostadas.